Aparte de una avería en los amortiguadores, solo hay otro diagnóstico que provoca estos movimientos en la lavadora: una incorrecta nivelación. Tú mismo puedes cerciorarte de si esto es lo que sucede:

  1. Desconecta la lavadora de la corriente eléctrica.
  2. Inclínala con cuidado y revisa la superficie sobre la que se asienta y las patas. Comprueba que no han sufrido ningún daño, que ningún objeto estorba la colocación del electrodoméstico, y que el suelo no es irregular.

Mirar dentro de la lavadora: la ‘prueba del algodón’

Para asegurarte de que los amortiguadores de tu lavadora son los culpables, solo queda un camino: abrir la lavadora y enfrentarte cara a cara con ellos. Si te atreves a intentarlo, ten presente que no solo debes desenchufar la lavadora, sino también retirar las tomas de agua. Después, tendrás que desatornillar la cubierta trasera para acceder al interior del electrodoméstico.

Las lavadoras suelen contar con cuatro amortiguadores. Existen dos tipos de estos repuestos:

  • Amortiguadores de muelle. Fallan porque se han aflojado (y ceden demasiado) o porque están oxidados.
  • Amortiguadores de perno. Tienden a acumular suciedad o a experimentar un desgaste interno de la goma en el área que hace fricción con el perno.